miércoles, 23 de octubre de 2013

TRICERAPTOS


Su nombre significa horrible Cabeza con Tres Cuernos. Vivió durante el periodo Cretácico tardío. Este herbívoro se alimentaba de plantas duras y ricas en fibra. Medía nueve metros y pesaba aproximadamente seis toneladas. Era el mayor de los dinosaurios cornudos que vivieron a finales del Cretácico. Sus dientes y su pico curvado, como el de un loro, no eran adecuados para masticar las plantas que comía, pero sí para cortar.

 Se han encontrado restos fósiles en Canadá y Estados.
Los tricerátops fueron uno de los últimos dinosaurios en aparecer antes de la extinción masiva del Cretácico-Terciario. Medía hasta 9 metros de longitud y 4 metros de altura. Los tricerátopos eran animales herbívoros, recios y voluminosos (pesaban entre 6,1 y 12 toneladas). 


Se movían sobre sus cuatro gruesas patas; las delanteras destacaban por su fuerza, ya que debían soportar el peso de un cráneo de dimensiones desproporcionadas. La epidermis del animal era gruesa y presentaba unas pequeñas protuberancias que se diseminaban por su cuerpo de manera irregular. Los extremidades eran corpulentas y los dedos del pie seccionados.

Desde su coronilla y extendiéndose sobre el cuello, el triceratopo poseía un collarin óseo, en el que se desplegaba una capa de piel, profusamente irrigada por numerosos vasos sanguineos
 de lo que se tiene cuenta dada las improntas que estos capilares dejaron en el hueso fósil. Erróneamente se pensó en la antigüedad que este collarin cumplía una función defensiva para el animal, lo que ha sido descartado recientemente dada la fragilidad del collarin, que no constituida una placa ósea lo suficientemente solida y completa. Algunos paleontólogos incluso han llegado a sugerir que una lesión en dicho collarin puede haber resultado en extremo nociva para el animal, dada su alta irrigación sanguínea. Entre las numerosas funciones que se han atribuido a esta formación ósea, se encuentran las de termoregulación y de exhibición tanto sexual como defensiva, fundadas en la circulación sanguínea del animal. En el primer caso, actuando como una vela similar al caso del Espinosaurio, y en las segundas alternativas, debido al enrrojecimiento que supuestamente habría adoptado el collarin al aumentar el flujo sanguineo, como en las placas del Estegosaurio.


La boca recuerda a un pico de loro, mientras que la dentadura revela que la alimentación de los tricerátopos era eminentemente herbívora. Tras arrancar los brotes y hojas trituraba el alimento con hileras de dientes localizados en el fondo de la boca que le servían como un mecanismo para esquilar el alimento. Esas piezas dentales crecían de nuevo una vez se desgastaban. Ya que la posición del cráneo es bastante baja, lo más probable es que su comportamiento alimentario fuese eminentemente ramoneador. Los dientes de los tricerátopos son uno de los fósiles más abundantes del final del Cretácico en el norte de Estados Unidos, sugiriendo que fueron los herbívoros dominantes de su tiempo.


Los tres cuernos

Gracias a los tres cuernos ubicados en su cabeza, un triceratops podía defenderse aún si se trataba de un ataque de un T-Rex.


El cráneo distintivo de los tricerátopos tenía un solo cuerno nasal, corto y grueso, localizado sobre las ventanas de la nariz, además de un par de cuernos de aproximadamente 1,5 m de longitud, los cuales, estaban ubicados sobre las cuencas oculares. Las crías tenían los cuernos rectos, con una longitud de 5-12 centímetros, antes de que maduren y comience a crearse una curvatura. La parte posterior del cráneo posee una pequeña concavidad huesuda.



Se han propuesto un diverso número de teorías sobre el uso de los cuernos:
Como defensa contra los teropodos.
Como medio de comunicación entre miembros de su manada.
Como medio de disputa de territorios y apareamiento.
Como medio de cortejo.
Como un símbolo de estatus que reflejaba (o determinaba) su posición en la manada.
Como puntos de anclaje para los músculos de la quijada.
Como un medio de termorregulación.



 Paleobiología

Ilustración, filogenicamente tentativa, de un tricerátopo con estructuras integumentarias, como las encontrados en los psitacosaurios.
Debido a evidencia de rastros fósiles que muestran huellas de docenas de individuos, los paleontólogos creen que los tricerátopos vivieron en manadas. No obstante, no se han hallado formaciones paleontológicas con agrupaciones de fósiles de muchos individuos del género, hasta la fecha, aunque si de otros géneros del infraorden ceratopsidae, como Centrosaurus, por lo que se supone un comportamiento similar.
Algunos paleontólogos opinan que los machos combatían entre ellos para conseguir la jefatura del grupo, así como parte del cortejo nupcial. No obstante, estos combates no eran mortales: los machos trababan sus cuernos y se empujaban mutuamente como demostración de fuerza. Sin embargo, se han encontrado placas fracturadas, lo que demuestra que algunos combates pudieron llegar a ser bastante violentos.
Cuando el espécimen alcanzaba la madurez, no debió padecer el ataque de demasiados enemigos naturales, dado su tamaño y la posesión de cuernos que ciertamente debe haber representado una protección, pero eminentemente se habría debido a su probable comportamiento gregario mencionado con antelación.


 Debido a esto, la mayor protección a la que podía acudir un triceratopo era el gran número de individuos que se congregaban en una manada, maniobra que era más que suficiente para que la mayoría de los carnívoros desistiera de un atáque, como sucede con las manadas de ñus y búfalos africanos de la actualidad. Lo más probable es que solo los especímenes viejos, enfermos, o juveniles que se alejaban demasiado de las manadas, hallan sido depredados.


 Historia

Los triceratops machos solían pelear entre ellos por el mando de la manada o por alguna hembra.
El primer espécimen de tricerátopo fue descubierto por John Bell Hatcher en Lance Creek, en el año 1888
. Encontró un gran cuerno y un enorme esqueleto en las profundidades de un cañón. Su declaración como un dinosaurio legítimo se realizó cuando fue descubierto un cráneo intacto. Fue nombrado como actualmente se le conoce por Othniel Charles Marsh en 1889. Sin embargo, dos años antes él mismo lo había identificado erróneamente, declarándolo como un tipo de bisonte: aquellos restos erróneamente nombrados eran originarion de las cercanías de DenverColorado; fueron hallados en la primavera de 1887. La robusta naturaleza del cráneo de estos animales ha permitido que muchos ejemplares se hayan preservado como fósiles, lo que también ha ayudado a que puedan ser estudiadas variaciones entre diversas subespecies.

En las primeras décadas posteriores a la descripción de Triceratops, se rescató varios esqueletos, que variaban en menor o mayor grado del Triceratops original, llamado T. horridus por Marsh (del latín horridus =rugoso, sugiriendo la textura rugosa de aquellos huesos pertenecientes al espécimen tipo, más tarde identificado como un individuo anciano). Las especies conocidas de triceratópos incluyen al T. prorsus (Marsh, 1890) y al T. horridus (Marsh, 1889). Anteriormente se creyó que el dicerátopo era una especie de tricerátopo, pero actualmente este se encuentra reconocido como un género distinto.


Clasificación

Esqueleto de tricerátopo en el Museo de Historia Natural de Atenas, Grecia.
El género Triceratops es el mejor conocido dentro de la familia Ceratopsidae, un grupo de grandes dinosaurios con cuernos que habitaron en Norteamérica. La relación con otros dinosaurios y sus orígenes ha sido problemática durante mucho tiempo. En la taxonomía filogenética, se ha usado este género como punto de referencia en la definición de Dinosauria; se designó como dinosaurio a todo descendiente del antecesor común más reciente de Triceratops y Neornithes (es decir, los pájaros modernos).
Las siguientes especies se consideran nomen dubium (nombres dudosos) que se basan en restos que son tan pobres o incompletos que no se puede distinguir con las especies de tricerátopos ya establecidas.

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